Podemos preguntarnos por su origen, causa y desarrollo, qué es esto que llamamos depresión a un determinado ánimo negativo caracterizado por la desesperanza de alguien << a quién no se le acaba la esperanza en ocasiones en estos tiempos>>.
Esta enfermedad como le llaman algunos, término del cual discrepo totalmente, ya que la depresión como un fenómeno que afecta al ser humano producto de su propio interpretar y que claro no podemos negar su naturaleza biológica, creo que pertenece más a una situación epistemológica y ontológica del ser más que a una enfermedad como tal, como lo podría ser un resfriado. La depresión podemos evidenciar en los diversos estudios que claro, por ejemplo si tienes un tumor alojado en el cerebro, este hará que probablemente no proceses bien la información y entre otros aspectos relacionados con la propia biología que derive en una transformación hormonal y referida a los neurotransmisores, etc… pero más allá del ámbito biológico, que podrá hacer que un ser llegue a querer y desear no vivir? bueno esa es una gran incógnita, recordemos que el término depresión no fue inventado sino hasta hace algunos pocos años ¿Por quiénes? pues por la industria farmacéutica, entonces claro, se inventa la depresión y conjuntamente un medicamento que promete solucionar tal “enfermedad mental”, entonces qué le sucede a esta persona que está en este determinado estado ontoepistemológico con esto me refiero a el cómo el ser está conociendo lo que conoce, y qué es lo que está siendo esa forma de conocer, en este caso la persona, acá quisiera tomar las ideas de Heidegger sobre el Temple Anímico, creo que muchas veces ni si quiera sabemos cómo pensamos, cómo nos emocionamos, cómo es que estamos realmente viendo la vida e interpretando aquello que nos acontece, entonces, ese ser, esa epistemología que acontece, no se sustenta en la nada, ¿Se construye de alguna manera no es cierto? pues claro, el ser es un ser históricamente situado, eso hace referencia la dónde es que está ubicado el ser, como diría Heidegger “somos arrojados a algo, y ahí debemos de arreglárnoslas”. El sentido de lo bueno y lo malo que le puede pasar a una persona, está socialmente construido, por ejemplo, haber perdido a tu pareja, producto de una infidelidad, a todas luces esto es algo malo, según cada quien lo interprete, porque probablemente si tengo posibilidades de conocer a otras personas, probablemente ni sufra la pérdida, o quizá podría haber sido lo mejor, hasta incluso alegrarse porque esta persona se alejara de nosotros, pero imaginemos que esa persona, tiene por idea, que lo que le pasó fue por que es de alguna manera inferior, y por tanto no podrá conseguir otra pareja, nos llega de pronto la llamada “desesperanza”, la vida pierde el sentido que tenía, la construcción de mi existencia ya no es la misma, la forma de ver las cosas es otra, y una mala evidentemente, bueno, citando a Heidegger y a Maturana, dirían ellos que el ser interpreta el mundo desde su emocionar, se me hace la idea de que la persona vive una situación que se pone en conflicto con su forma de ver la vida y aparece la emoción en conjunto a ello, llega para instalarse de forma definitiva claramente o por el tiempo necesario.
El asunto es cómo solucionamos esto, bueno el cuerpo enferma claramente, cuando entramos en un estado depresivo, por ejemplo bajan ciertos niveles de ácidos grasos como los omega 3, el microbioma intestinal se altera, ocurren una serie de alteraciones hormonales y de neurotransmisores, no todo pasa en la mente evidentemente, y bueno claro, para aquello un par de medicamentos podrían ser de utilidad. La capacidad cognitiva se ve dificultada por ende la reflexividad de la persona no será la misma.
No sé si les ha pasado que han tenido algún problema y cuando lo solucionan ” les vuelve el alma al cuerpo” y continuan con sus vidas, bueno ahí está la interpretación y la emoción en acción, con esto quiero decir que logramos corroborar ese algo que nos pone en conflicto, la idea sobre la realidad como algo malo desaparece completamente y damos paso a esa alegría instantánea.
Bueno, si consideras que no vives la vida desde una epistemología placentera, es posible que necesites de ayuda que pueda colaborar en generar nuevas ideas que se acomoden más a cómo es que quieres ver y vivir la vida.